La confianza es como un papel, una vez que está arrugado, no puede ser perfecto otra vez.
Y es que con cada una de tus promesas, me rompes un poco más el corazón al pensar que nunca las llegarás a cumplir.
Me siento engañada al pensar que estuve a unos pocos centímetros de caer en tu trampa, de hundirme en la más profunda soledad por no saber luchar contra mis sentimientos.
Y es que si hay algo en la vida por lo que no se puede luchar, es por lo que sientes.
Nunca olvidaré a aquél chico que me hacía levantarme todos los días un poco más feliz que el anterior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario